UNA VISIÓN DISTINTA. Por Juan Medrano.
En un artículo anterior escribí que el aficionado necesitaba conocer la realidad de la entidad, habíamos alcanzado una situación donde era imprescindible poner los pies en el suelo, pedía un discurso realista por parte de nuestro presidente e incluso comentaba que la forma de actuar del Sr. Del Nido suponía una frustración mayor en el sevillismo. La masa social en la actualidad no se puede ilusionar con argumentos que no tienen fundamentos. La forma de ver y actuar del socio no es la misma de hace diez años, en estos momentos, el seguidor no necesita perseguir sueños porque los alcanzamos. Hemos paseado por nuestra ciudad seis títulos, sabemos diferenciar entre un equipo grande y un equipo mediocre o lo que es igual entre el trabajo bien o mal hecho y esto no se puede olvidar por parte del Consejo de Administración.
En esta semana he leído y escuchado en muchos medios de comunicación el giro que se ha producido en la entidad volviendo de nuevo a los orígenes. Personalmente no estoy de acuerdo con esta afirmación. La sociedad empieza una nueva etapa pero no regresamos a mayo del 2002. El entorno y el contexto no se parece absolutamente en nada no partimos desde el mismo punto. Este ciclo no se puede iniciar de igual manera como ha quedado demostrado con la rueda de prensa llevada a cabo por el primer mandatario de la entidad. Si retrocedemos una década y analizamos el discurso inicial observaremos que lo primordial en aquel momento era cambiar la trayectoria que seguía la sociedad siendo fundamental ilusionar a la afición. Se hacía esencial encontrar un líder con ambición de triunfo, con aspiraciones de crecer no conformista con la realidad y con prepotencia capaz de subir la autoestima de una afición que se sentía inferior en muchos aspectos a otra de su misma ciudad.
En el presente el sevillismo se encuentra cansado de la personalidad de D. José María del Nido aquellas virtudes alabadas por la afición hace diez años se han convertido en defectos. El número de detractores ha crecido de una manera alarmante. Su modo de actuar ya no cala en el aficionado como en épocas pasadas, sus máximas no alcanzan el efecto que producía anteriormente. Lema tan célebre como el “Si o Si” hoy es utilizado de manera despectiva por parte de ciertos grupos como el exponente máximo del conformismo de un sector de la grada fiel a su persona.
Desde mi punto de vista era necesario escuchar de boca del presidente esta reflexión: “Somos el Sevilla FC, bien es verdad que hemos estado viviendo en una nube, no acorde a las posibilidades del Sevilla FC, que hemos disfrutado de finales y de títulos como nadie había pensado. Pero tenemos que volver a la realidad”. No podemos vivir por encima de nuestras posibilidades porque es contradictorio para la sociedad. El momento actual no tiene sentido salvo que se vea desde una perspectiva real. El aficionado ha conocido los éxitos y no siente igual el fracaso que hace una década porque nos hemos acostumbrado a la consecución de victorias y la derrota ya no se vive igual después de saborear las mieles del triunfo.
Pienso que la prueba definitiva para comprobar que no se produce una vuelta a los orígenes estaría en una servilleta en blanco. El 16 de mayo del 2002 D. José María del Nido escribió que acabaría con la deuda, ganaremos Liga, Copa, Copa de la Uefa y llenaremos todos los domingos el R. S: Pizjuán. Creo que si hoy le entregáramos otra servilleta en blanco no redactaría lo mismo porque aquello era un sueño como confeso al decir que si alguien le aseguraba lo que conseguiría se tiraba sin paracaídas del segundo anillo.
Por último exponer que si en diciembre te ofrecí todo mi apoyo hoy vuelvo a comentar que con este paso siempre encontraras en mi persona alguien a tu favor porque si alguna vez viví por encima de mis posibilidades fue gracias al Consejo de Administración que tienes el honor de presidir y confío en volver a repetirlo partiendo desde la realidad.