Tenía 23 años y toda una vida por delante, pero una maldita enfermedad le arrebató sus sueños, sus ganas de vivir… y con ellas, la de miles de béticos que junto a Miki lucharon hasta el final.
Tenía 23 años y toda una vida por delante. Mucho tiempo para planificar ese dichoso futuro que siempre imaginamos sin saber que cualquier adversidad nos lo puede arrebatar sin tiempo apenas para decir adiós a nuestros seres queridos. Miki Roque se ha ido, nos ha dicho adiós, se ha marchado, sin esas lágrimas en los ojos con los que transmitía a la España futbolística en el momento de transmitirle la triste noticia de esa dura enfermedad que nos lo ha arrebatado este día de San Juan de 2012. Paradojas de la vida nos ha dicho adiós un día dominical, un día de fútbol, sin Liga de por medio pero con la Eurocopa de Naciones en su momento más álgido. Miki nos ha dicho adiós con la misma sencillez y humildad con la que un día apareció en escena. Sin hacer ruido, sin alzar la voz, siendo uno más pero marcando distancias con su gran personalidad pese a su corta edad. El beticismo se viste de luto, el Cielo se tiñe de verdiblanco. Y Sevilla, la ciudad más especial del mundo, la futbolística, esa tan bipolar, capaz de sentir con la misma fuerza en barrios diferentes como de unirse solidariamente en los momentos duros, como ya demostró con la muerte de Antonio Puerta y ahora con la de Miki Roque, vuelve a dar una lección de señorío, de grandeza…
Miki nos dice adiós, en silencio, dejando humedecidas las retinas de todos los aficionados al mundo del fútbol, y de los que tuvimos la oportunidad de intercambiar alguna vez esos sentimientos que hoy afloran con su recuerdo más fuerte que nunca. Se marcha, nos dice adiós, hasta siempre. Gracias por vuestro apoyo… Sí, se va, pero no sin antes darnos una nueva lección. No hay que abandonar nunca los sueños, no hay que bajar la cabeza ni cuando la adversidad de una enfermedad nos invita a ello. Miki se ha ido a ese Cielo teñido de verdiblanco, pero lo ha hecho luchando, dando ejemplo de su grandeza y humanidad y llevándose con su triste adiós, un pellizquito de cada uno de nosotros, de esos corazones que hoy y siempre latirán de distinta forma. Hasta siempre Miki. Gracias por todo. Twitter: @tara11ara