Cobardía y torpeza, las demostradas por el portero verdiblanco. Que en el fútbol se cuecen habas siempre, incluso cuando menos te lo esperas está tan claro como el hecho en sí de que los aficionados sólo conocemos de la actualidad de nuestros equipos apenas un diez por ciento de lo que querríamos; en un mundo como éste donde los millones vuelan como hojas secas en otoño, ya me dirán ustedes si determinados estamentos van a permitir que el balón determine los destinos así como así. Faltaría más…
Sin querer poner al Betis como el único ejemplo de la sospecha, ni mucho menos, allá por el 2.007, los goles de Edu que salvaron al club del descenso fueron puestos en tela de juicio por la Guardia Civil en determinada investigación, como presunto apaño en un final de liga dramático. Curioso todo esto, que los aficionados lloren mientras el destino está escrito por detrás. Un club judicializado hasta las trancas no debería permitirse la frivolidad de decirle a los jugadores que hagan otra cosa más que jugar al cien por cien de sus posibilidades, porque para eso se les paga y porque, al decirles delante de todos los micrófonos que la permanencia no tiene primas, les recae la directa sospecha de bajar el pistón cuando el objetivo se consigue, señalándolos como poco profesionales o, sencillamente, peseteros. Porque, si al día de hoy la monería soltada por Fabricio no ha sido desmentida, muchos pensamos que igual lo que vimos en el Molinón tiene sentido con lo que el portero verdiblanco deja entrever, ¿verdad? Pero es que en esta vida si quieres hablar lo haces y si no, mejor te callas, Fabricio. Lo dicho en Canal Sur demuestra la personalidad que tienes bajo los palos, al menos en los dos últimos partidos, porque si es cierto lo que dejas intuir mejor lo afirmas con la contundencia que se te pregunta, y si no, desmiéntelo. ¿De veras que te compensa dejar en entredicho a un vestuario entero sin afirmar nada? Sobre las actitudes fuera del vestuario de los futbolistas parece que en la secretaría técnica interesan lo justo o menos; dirán que si son baratos les pediremos encima diligencia, ¿verdad? A saber cuándo acabará tu castigo, Fabricio, porque al fin y al cabo, te aprovechas de que el Betis anda corto de todo, hasta de porteros. Y de inteligencia. Twitter: @NUMBER1Sport