España ha sufrido, ha pasado apuros pero como siempre ha sacado su mejor cara para finalmente dar la vuelta al partido ante dos desconocidos, Sander Vliegen y Joran Guille que lo pusieron difícil.
Hubo revancha, claro que la hubo. Serbia, una muy buena selección que se complica la vida con esta derrota, fue un juguete roto en manos de una España que jugando con esta intensidad es imparable.…